Paco Aguilar, artista:
«El grabado es tan emotivo como una pintura»
A. J. L./MÁLAGA
Diario Sur 22/09/2006

Tomó las riendas de Gravura con apenas 20 años y han crecido juntos. En este tiempo, habrá habido momentos buenos y momentos malos...

Prefiero quedarme con los momentos buenos. No ha habido tampoco malos momentos, sino que al principio hubo algún incidente por tratar de asociarme con otras personas. Desde entonces vi muy claro que no iba a funcionar, atendiendo también a la realidad de los distintos talleres que se sucedieron en la ciudad. Nosotros fuimos coetáneos con ellos y cuando vi que se iban cerrando decidí que las sociedades no iban a permitir seguir la línea que quería llevar en el taller, que era divulgar la obra gráfica y a su vez crear una escuela de grabadores que a su vez colaborarían con el taller. Este trabajo conjunto se resume en la carpeta conmemorativa en la que se recogen obras de 20 grabadores y siete aportaciones literarias y esto quizá sea el mejor broche.

¿Se siente como un superviviente?

La realidad demuestra que los otros talleres ya no existen, aunque tuvieron un papel muy importante, así que en ese sentido sí nos sentimos como unos supervivientes. Y digo 'nosotros' porque el taller es fruto del trabajo colectivo de mucha gente.

¿Cree que este trabajo conjunto ha podido ayudar a cambiar el concepto de la obra gráfica como una disciplina menor en las artes plásticas?

Esa es una idea bastante ignorante de la gente que no sabe qué es una obra gráfica. Esto también se debe al origen del grabado como ilustración de textos, esta servidumbre ha quedado un poco como un lastre, aunque a través de los nuevos procedimientos de reproducción el grabado ha quedado como un lenguaje más dentro de la plástica contemporánea.

Una compra accesible

Además, usted ha reivindicado el papel democratizador del grabado en el arte.

Para mí es tan emotivo ver un grabado como una pintura, la diferencia es que el grabado puede llegar a un público más amplio que quizá no puede tener el poder adquisitivo de comprar un cuadro original pero sí puede crearse un coleccionismo de obra gráfica de artistas contemporáneos, ya que prácticamente todos lo han utilizado como un lenguaje más. Todas esas barreras y todos esos prejuicios hoy día están superados y el grabado ha demostrado ser un motor de la cultura y del conocimiento a través de la multiplicidad, lo mismo que la imprenta con los textos. Los medios gráficos han ayudado a eso y hoy sigue cumpliendo la misión social de divulgar la cultura.

Pese a todo, sigue existiendo cierto deslumbramiento ante una obra única.

Claro que sí, pero lo importante de una obra no es que haya un ejemplar o 50, sino la emotividad de la obra en sí. Estos prejuicios vienen por la necesidad de tener lo único y lo exclusivo. Si ves una película o lees un libro no te preocupa cuántas copias han hecho, lo que te interesa es la emotividad de la obra y si además la puedes adquirir y tenerla en tu casa, pues mejor.

Diversidad de poéticas / Diversity of poetic arts

Enrique Castaños Alés